Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Crónicas 8, 7-15

7 Con toda la gente que había quedado de los hititas, los amorreos, los
perizitas, los jivitas y los jebuseos, que no eran israelitas,

8 cuyos descendientes habían quedado después de ellos en el país y a
los que los israelitas no habían exterminado, hizo Salomón una leva
que
dura hasta el día de hoy.

9 Pero no empleó Salomón a ninguno de los israelitas como esclavo
para sus obras, sino como hombres de guerra, jefes y
escuderos,
comandantes de sus carros y de sus caballos.

10 Los jefes de las guarniciones que tenía el rey Salomón eran 250,
que gobernaban al pueblo.

11 Salomón hizo subir a la hija de Faraón desde la Ciudad de David a
la casa que había edificado para ella; pues se decía: «No debe habitar mujer
mía en la casa de David, rey de Israel; porque los lugares donde ha estado el
arca de Yahveh son sagrados.»

12 Entonces empezó a ofrecer Salomón holocaustos a Yahveh sobre el
altar de Yahveh, que había erigido delante del Ulam;

13 ofreció holocaustos según el rito de cada día, conforme a los
prescrito por Moisés, en los sábados, los novilunios y en las solemnidades,
tres veces al año: en la fiesta de los Ázimos, en la fiesta de las Semanas y
en la fiesta de las Tiendas.

14 Estableció también las secciones de los sacerdotes en sus servicios
conforme al reglamento de su padre David, a los levitas en sus
cargos de
alabar y servir junto a los sacerdotes, según el rito de cada día;
y a los


porteros con arreglo a sus secciones, en cada puerta; porque ésta
era la
orden de David, hombre de Dios.

15 No se apartaron en nada de la orden del rey en lo tocante a
los
sacerdotes y los levitas, ni tampoco en lo relativo a los tesoros.